Ya pasaron las bullas políticas de todos los partidos, ya culminaron las discusiones infundadas y con fundamentos, ya la encuesta real dio los resultados reales, ya hay un ganador de la contienda electoral y seguimos siendo dominicano gobernado por un gobierno constitucional.
Ahora nos queda pensar en lo siguiente, la estabilidad, el desarrollo, la confianza, la armonía y tranquilidad del país que depende de ti y de mí, no seamos mezquinos, no debemos detenernos porque quizás no gano el presidente que se quería, en verdad cuando un presidente gana por la mayoría de votos que es lo que lo hace constitucional, entonces ya no es un presidente de un grupo, es un presidente para todos.
Hay dos cosas importante para el desarrollo de un país, “el trabajo y el dialogo” si se busca consenso para ejecutar obras importantes en un país pues el desarrollo se tendrá, todos los sectores deben participar para lograrlo.
Un país crece por la inteligencia de su gente, no crece por las ayudas internacionales, se necesita tener la integridad de los individuos que asuman su rol, que interactúen forjando todos hacia un mismo horizonte.
Un país progresa cuando nos unimos en causas comunes, cuando descubrimos que todo es importante las cosas pequeñas y las grandes pues tienen importancia ambas, pero de nada sirve si actuamos con individualismo, es decir cada quien por su lado.
Estamos en la era de la globalización, todo debe interactuar, lo mío debe ser asequible para lo demás y lo de lo demás debe serlo para mi, eso es lo que tenemos que entender y es lo que se necesita.
Aspiremos a un país grande, pero no grande en tamaño por extensión sino grande en mentalidades inteligentes, en mentalidades de pensamiento colectivo no individualista, enfoquemos desarrollo, crecimiento y tranquilidad para que el futuro propio y el de los jóvenes y niños sea brillante.
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