GINEBRA.- El Sida es un enorme desastre cuya envergadura y alcance podrían haberse evitado, y para tratar de frenarlo debe ser incluido en los planes de los gobiernos y organizaciones para la preparación frente a catástrofes y desastres.
Este es uno de los principales mensajes del Informe Mundial sobre Desastres 2008 que publicó la Cruz Roja y que este año se dedica especialmente al virus VIH, causante del Sida, que tiene actualmente infectadas a 33 millones de personas en el mundo.
Según explicó en conferencia de prensa una de las autoras del informe, Lindsay Knight, "el estigma, la ignorancia y la falta de acción política" llevaron a millones de muertes que podrían haberse evitado.
Recordó que "según ONUSIDA, desde que empezó la epidemia en 1981 han muerto 25 millones de personas, y unas 7.000 personas se contagian del virus cada día".
"Se podrían salvar millones de vidas si los líderes religiosos y políticos adoptaran acciones" para que se dé prioridad a esta enfermedad y destinadas a acabar con el estigma.
El Informe de la Cruz Roja considera al Sida como "un desastre" por sus caóticas consecuencias.
En los países más afectados del África subsahariana, donde las tasas de prevalencia ascienden al 20 por ciento, la esperanza de vida de la población se redujo a la mitad, y los logros en desarrollo se vieron menoscabados.
Además, los desastres naturales y los provocados por el ser humano, como guerras y conflictos, interrumpen los servicios básicos y exacerban otros factores de propagación de la epidemia.
"Después de una catástrofe, como un terremoto, por ejemplo, nada funciona y hay pocas posibilidades de llevar a cabo medidas de prevención del Sida", dijo la experta.
En casos de violencia y conflictos, agregó, se dan prácticas como las violaciones de mujeres y niñas que contribuyen a ampliar la epidemia.
Varios expertos que han participado en el informe destacaron que "no criminalizar" a los portadores del VIH es una de las claves para evitar la propagación, y por ello hicieron un llamamiento a los gobiernos para que este virus se incorpore en todas las formas de asistencia humanitaria.
El Sida es la quinta causa principal de mortalidad en los países de medianos ingresos, la tercera en los de bajos ingresos y la primera en el África subsahariana.
Esta última región contabiliza casi dos tercios de la cifra mundial de personas seropositivas, según ONUSIDA.
El informe destaca las catastróficas consecuencias, no sólo en salud, sino sociales y económicas, para muchos países de África, con ejemplos como que Botsuana perdió a causa del Sida, entre 1999 y 2005, el 17 por ciento de la fuerza de trabajo en el sector de la salud. O que en Sudáfrica, el 21 por ciento de los maestros de edades comprendidas entre 25 y 34 años vive con el VIH.
Extraido del Listin Diario