POR SANTIAGO GONZALEZ
LA VEGA.- Familiares de un hombre cuyo cadáver fue sacado a la fuerza de la morgue del hospital Luis Manuel Morillo King y transportado en una motocicleta, estuvieron a punto de desencadenar otras muertes tras agredir a agentes policiales en el centro de salud.
Parientes de Francisco Manuel Brito Cornielle (Boquita), de 31 años, muerto por una patrulla de la Policía en un alegado intercambio de disparos, fueron al hospital armados de piedras y palos.
El doctor Juan Miguel de la Cruz, director del Morillo King, aseguró esta mañana que la Policía tiene el control y custodia de la morgue, pero que cuando la turba fue a llevarse el cadáver había sólo un agente policial y tuvo que pedir refuerzo, pero aún así esas personas agredieron a la patrulla que lo reforzó.
“Por suerte esos policías actuaron de manera serena ante la agresión de que eran víctimas”, dijo el doctor De la Cruz.
Consideró como un hecho aislado el ocurrido allí el pasado jueves y lo cree propio de una sociedad del subdesarrollo. Estimó que esas acciones violentan la tranquilidad ciudadana.
“Nosotros reprochamos ese hecho bochornoso de tiempos arcaicos y los que protagonizaron ese acto deben ser apresados y acusados de violentar la institucionalidad”, indicó.
La Policía no ha logrado aún identificar a la persona que trasladó los restos de Brito Cornielle ni al motoconchista que lo trasladó hasta su residencia en el sector de El Riíto, a kilómetro y medio del hospital, ubicado en la avenida García Godoy.
Esta no es la primera vez que familiares de personas empobrecidas se presentan al Morillo King para llevarse a la fuerza cadáveres de parientes, ya que hace alrededor de cuatro años un grupo sacó en una camioneta a un hombre identificado como Stalin, del sector Tengue, muerto también por la Policía.
De acuerdo a la información publicada ayer por este diario bajo la firma del corresponsal Dionisio Alberto, al hombre lo mataron a eso de las 7:00 de la noche y la propia Policía lo llevó a la morgue del hospital para que lo trasladaran al Instituto de Patología Forense de Santiago, a practicarle la autopsia de rigor.
Poco después la familia de Brito Cornielle fue al hospital a reclamar el cadáver, pero le dijeron que primero había que llevarlo a Santiago a practicarle la autopsia y que eso costaba unos RD$5,000.
Ante esa situación insistieron en que les entregaran el cuerpo de su pariente sin hacerle la autopsia, porque no tenían ese dinero para pagarlo.
El fiscal de Santiago, Raúl Martínez, aseguró hoy que no puede cobrarse el servicio del Instituto Nacional de Ciencias Forenses porque está prohibido.
Martínez dijo que no es legal cobrarles a las víctimas de asesinato y dijo que a las personas que mueren violentamente hay que hacerles una autopsia