Por: Nino Arias Amonte
Gaspar Hernandez tiene unos atardeceres hermosos, el sol hace la combinación perfecta con las aguas del mar que más que otra cosa es un espectáculo natural a la vista de todos.
En verdad tiene un lugar especifico para apreciarlo, es en el Rompe Olas donde hay un espacio extraordinario para mirar como el sol se va ocultando entre las montañas y a la vez dando paso a la noche.
Es ahí donde podemos ver siluetas que comienzan a darle un tono romántico al momento y es ahí donde comenzamos también a sentir la grandeza de Dios y de la naturaleza la cual gira a su ritmo real permanentemente aunque querrámos aceptarla o no.
A los atardeceres, el vuelo blanco de las garzas le da un toque especial ya que toman esas horas para dirigirse a su lugar nocturno.
Los atardeceres tienden a tener unos colores rojizos donde el sol enfoca las nubes y ellas se convierten en unas pinturas naturales las cuales desaparecen rápido pero que casi todos los días las vemos.
Es apropiado para el ser humano después de pasar todo un día de faena poder observar un atardecer como los que se nos presentan a nosotros.
La vida es hermosa y esta dotada de inmensos atractivos naturales que son gratuitos pero que muchas veces no nos detenemos a hacer uso de ellos porque estamos atrapados por un mundo artificial.
Hay que vivir, y vivir es entrar cosas positivas al alma.