Por: Nino Arias Almonte
¿De que color es nuestra vida comparada con la naturaleza? Bueno, es difícil de saber cual es el color de nuestra vida comparada con la misma, pero si nos imaginamos rosas Rojas, azules y negras pues tendremos una definición.
Si revisamos nuestro interior podemos saber que algo nos habla de la manera mas sincera y con una verdad absoluta, en nuestro interior vive la conciencia, la que no nos miente porque nos habla con la verdad.
La conciencia si nos dice cual es la verdadera rosa que llevamos en nuestro pecho, la roja, la azul o la negra, la que nos diga la conciencia esa es la real y seria bueno que tratemos de saber en verdad con cual es que nos identificamos.
La Rosa Roja: simboliza el amor, el amor que tenemos a alguien o a algo, lo rojo se identifica con el amor, es símbolo de alegría, cuando queremos agradar a alguien lo expresamos muchas veces con flores o rosas rojas especialmente y se identifica con la sinceridad.
La Rosa Azul: aunque usted quizás diría que es raro ver rosas azules o flores azules pero si existen, las hay pero también con ella podemos mostrar fielmente el engaño, si el engaño, confundir con muchas artimañas que al final de todo dejan un gran daño confusión irreparable.
Detrás de lo bello se esconden muchas rosas azules, detrás de la riqueza, de las palabras bonitas hay espadas muy puntiagudas apuntando para matar en el momento más oportuno, matan sentimientos, matan sueños, matan deseos, matan proyectos y muchas cosas más.
Ahí sabrá tu si tienes una rosa azul en tu corazón, si la tienes recuerda que no escatima esfuerzo para engañar y al final de todo quien se engaña eres tu mismo, si hacemos daños hacemos que lagrimas caigan al suelo y las lagrimas son diamantes y tienen un valor extraordinario, las lagrimas desahogan fidelidad.
La Rosa Negra: simboliza la tristeza y hasta la muerte, si en tu corazón existe esta flor eres una persona que genera mucha tristeza en los demás y a ti mismo, es bueno reflexionar para sacarla de donde esta anidada, de tu corazón la puede sacar Dios y el amor que puede brindar a los demás, engañar es como si fuera un crimen que latera siempre en nuestro interior, es mejor no hacerlo y es mejor que me engañen y no engañar yo porque si no lo hago yo caminare libre sin esa fatal carga de remordimiento.
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